TELEMONITORIZACIÓN

 

La telemonitorización se refiere al monitoreo remoto de la salud de una persona utilizando tecnología de comunicación. Permite a los profesionales de la salud supervisar a los pacientes a distancia, sin necesidad de que estén presentes físicamente en un consultorio médico o en un hospital.

La telemonitorización utiliza dispositivos médicos conectados, como monitores de presión arterial, glucómetros, oxímetros de pulso, dispositivos de electrocardiograma y otros sensores que recopilan datos sobre el estado de salud de un paciente. Estos dispositivos están diseñados para enviar automáticamente los datos recopilados a través de una conexión inalámbrica o de Internet a un sistema de telemonitorización.

Una vez que los datos se envían al sistema de telemonitorización, los profesionales de la salud pueden acceder a ellos en tiempo real y realizar un seguimiento del estado de salud del paciente. Esto permite detectar cualquier cambio significativo o anormalidad y tomar las medidas adecuadas, como ajustar medicamentos, cambiar el plan de tratamiento o contactar al paciente para una evaluación más detallada.

La telemonitorización es especialmente útil en el caso de pacientes con enfermedades crónicas, adultos mayores o aquellos que necesitan un monitoreo regular pero no pueden acudir personalmente a las consultas médicas con frecuencia. También puede ayudar a reducir los costos de atención médica al evitar hospitalizaciones innecesarias y al detectar problemas de salud antes de que se agraven.

Además, la telemonitorización puede mejorar la calidad de vida de los pacientes al brindarles una mayor autonomía y permitirles mantenerse en su entorno doméstico mientras siguen recibiendo atención médica adecuada.

Es importante destacar que la telemonitorización no reemplaza por completo la atención médica tradicional, pero puede ser una herramienta complementaria poderosa que mejora el acceso a la atención y el seguimiento de la salud de los pacientes.